Avanzando y con fuerza

La celebración de un Año Nuevo nos invita a dar una repasadita a nuestras experiencias del año anterior, a separar los infortunios de las experiencias que quisiéramos nunca acabaran, y a hacer un análisis del proceso que es nuestra vida.  Vemos con admiración tanto camino recorrido, tanta lección aprendida y trazamos las metas para el corto siguiente año.

Definitivamente no queremos repetir las lecciones no aprendidas, porque como bien dice T.S. Eliot en Little Gidding, “Porque las palabras del año pasado pertenecen al idioma del año pasado.  Y las palabras del próximo año esperan otra voz.  Y terminar es comenzar.” , queremos definitivamente terminar las lecciones para poder comenzar con las nuevas y avanzar.   Sin embargo, algunas veces nos sentimos estancados y que estamos enredados en una interminable espiral que pareciera nunca acabar.

Entonces, ¿qué hacer cuando nos enfrentamos a ese “estancamiento”?  Creo que lo primero es comprender que eso también es parte del proceso que nos llevará a aprender una gran lección de paciencia y perseverancia; luego parar y respirar profundo, observar, identificar el sentimiento que estamos enfrentando y buscar qué es lo que nos lo está provocando para poder crear una nueva estrategia para arrancar  de nuevo, avanzar y seguir con ese admirable proceso que es nuestra vida.

Hay muchas formas de volver a arrancar, y las que nos funcionan en momentos determinados no siempre serán las mismas.  Algunas veces se requiere de un cambio radical, 360 grados, y otras veces solo tenemos que cerrar los ojos, descansar y ver para el otro lado.  Lo importante es nunca olvidar que ese descanso es también parte del proceso de la vida, y que es igual de importante experimentarlo, procesarlo y dejarlo ir cuando estemos listos para continuar.


Pienso que el ideal es funcionar como un Slinky, que a pesar de ser un muelle helicoidal, su movimiento siempre es en avanzada, algunas veces muy lento, otras extremadamente rápido y alocado, y a veces hacia el otro lado, pero siempre en avanzada.  Cuando se detiene, solo requiere que se coloque nuevamente en un lugar que le permita el movimiento y el impulso es mínimo para lograr una inercia que lo hace avanzar de nuevo un gran trecho.

Pero recordemos, el Slinky también se enreda…  Y cuando nos enredamos es bien válido pedir ayuda.  La ayuda puede venir de muchas formas.  Algunas veces vendrá en forma de  carcajadas, hablando tonteras con las amigas de toda una vida y desconectándose de la rutina diaria.  Otras, necesitaremos ayuda moviendo energías no que están fluyendo, o necesitamos hacer espacio sacando lo viejo para darle lugar a lo nuevo haciendo una limpieza en nuestros hogares, vaciando espacios, cambiando muebles de lugar y ordenando los estantes del armario que nunca abrimos porque no se encuentra nada, y justamente eso es el mínimo impulso para lograr la inercia que nos hará avanzar de nuevo un gran trecho.

Necesitamos liberar tensiones y energías para descubrir nuestras habilidades para la próxima lección, y enfrentar esa lección con la misma alegría y entusiasmo con la que recibimos el Año Nuevo para que el proceso que es nuestra vida sea siempre una experiencia que quisiéramos nunca acabara.






Avanzando y con fuerza
Iguana Dorada, S.A., Monica Asturias January 19, 2021
Share this post
Archive
Sign in to leave a comment